lunes, 13 de mayo de 2013

ARTEMIS FOWL AND THE LAST GUARDIAN. Traducción cap. 2

Aquí la traducción del segundo capítulo, gracias a @DreaminFarAway , que lo ha traducido esta vez. ^^
Ahora que tengo su ayuda espero actualizar más pronto.





Capítulo 2: Matando al pasado

LAS PROFUNDIDADES DE ATLANTIS
Opal Koboi estaba haciendo un intento inútil de levitar cuando los guardias llegaron a por ella. Era algo que había sido capaz de hacer desde niña antes elegir una vida de delincuencia, se había quitado la magia de sus sinapsis, las pequeñas uniones entre las células nerviosas donde, la mayoría de los expertos estuvieron de acuerdo, se origina magia. Su poder podría haberse regenerado si no hubiera sido por la glándula pituitaria humana que se había unido brevemente a su hipotálamo. La levitación era un arte complicado, especialmente para los duendes con sus poderes limitados, y por lo general el estado sólo podía ser logrado por los Monjes Hey-Hey del Tercer Balcón, pero Opal había conseguido dominarlo cuando aún estaba en pañales, que había sido el primer signo para sus padres de que su hija era un poco especial.
Imagínese, pensó. Deseaba ser humano. Eso fue un error. Pero con el tiempo voy a encontrar a alguien a quien culpar. El centauro Potrillo- él me llevó a ella. Sólo espero que se muriera en la explosión.
Opal sonrió con satisfacción propia. Hubo un tiempo en el que había salido de la monotonía de la prisión urdiendo trampas mortales cada vez más elaboradas para su némesis, el centauro, pero ahora estaba contenta de dejar a Potrillo morir con el resto de las explosiones inminentes. Por supuesto, ella había preparado una pequeña sorpresa para su esposa, pero eso no era más que un proyecto paralelo y no algo en lo que se había ocupado demasiado tiempo.
Es una prueba de lo lejos que he llegado, pensó Opal. He madurado un poco. El velo se ha levantado, y ahora veo mi verdadero propósito.
Hubo un tiempo en el que Opal había sido simplemente un hada con negocios implacables y problemas con su padre; pero en algún momento durante los años de experimentación prohibida, había permitido que la magia negra persista en su alma y dejado que se deforme el deseo de su corazón hasta que no fue suficiente ser alabada en su propia ciudad. Necesitaba que el mundo se inclinase, y estaba dispuesta a arriesgar todo y sacrificar a quien sea para ver su deseo cumplido.
Esta vez será diferente, porque tendré temibles guerreros unidos a mi voluntad. Antiguos soldados que van a morir por mí.
Opal se aclaró la mente y envió una sonda en busca de su otro yo. Todo lo que volvió fue el ruido vacío del terror.
Ella sabe, Opal se dio cuenta. Pobrecilla.
Ese momento de simpatía por su yo más joven no duró mucho, ya que la Opal encarcelada había aprendido a no vivir en el pasado.
Simplemente estoy matando un recuerdo, pensó. Es decir, todo
Lo cual era una manera conveniente de ver las cosas.
La puerta de su celda cambió de fase de sólido a gaseoso, y Opal se sorprendió al ver al Guardián en jefe de Vinyáya, una pluma maleable que nunca había pasado una noche al aire libre bajo la luna, jugueteando en su puerta, flanqueada por dos guardias duendecillos Jumbo.
-Director.- dijo ella, abandonando su intento de levitación-¿Ha llegado mi perdón?
El Director no tenía tiempo para bromas. 
-La estamos trasladando, Koboi. Sin discusiones, sólo camina.- Le hizo un gesto a sus guardias.-Cargadla, chicos.
Los duendecillos Jumbo dieron grandes zancadas rápidamente por la habitación; sin hablar, fijaron los brazos de Opal a los costados. 
Los duendecillos Jumbo eran una raza propia de la Atlantis, donde la mezcla particular de ambiente presurizado y filtrado a base de algas, les había hecho pegar un estirón con mayor regularidad en los últimos años. Lo que los duendecillos Jumbo adquirían en músculos, generalmente lo sacrificaban en cerebro, por lo que los hizo los guardias de prisión ideales, que no tenían respeto por nadie más pequeño que ellos que no haya firmado los cheques de pago.
Antes de que Opal pudiera abrir la boca para expresar una objeción, los duendes ya se habían incluido en su traje anti-radiación rayado y habían colocado tres cuerdas elásticas alrededor de su torso.
El Director suspiró, como si hubiera estado esperando que Opal inmovilizara de alguna manera a sus guardias. Que ya lo había hecho. 
-Bueno. Bueno.- dijo, secándose la frente alta con un pañuelo.- Llévadla al sótano. Que no toque ninguna de las tuberías, y eviten respirar si es posible.
Los duendecillos cargaron a su prisionera como una alfombra enrollada y doblemente cronometrada desde la celda de Opal, a través del estrecho puente que unía a tal celda a la prisión principal, y en el ascensor de servicio.
Opal sonrió detrás de la gasa del plomo pesado de su casco.
Este sin duda es el día de “maltrato a Opal Koboi de parte de los muchachos fornidos”.
Emitió un pensamiento a su yo más joven en la superficie: Lo siento por ti, hermana.




El ascensor en forma de cubo brilló hacia abajo, a través de un centenar de metros de la arenisca blanda, a una pequeña cámara compuesta en su totalidad de material hiperdenso, obtenido de la corteza de una estrella de neutrones.


Opal supuso que habían llegado a la cámara, y se rió ante el recuerdo de un estúpido gnomo en su escuela secundaria que había preguntado de qué estaban hechas las estrellas de neutrones.
De neutrones, niño, el profesor Leguminosas había soltado. ¡De neutrones! La clave está en el nombre.
Esa sala tenía el récord de ser la habitación más cara por metro cuadrado construida en cualquier parte del planeta, aunque parecía un poco como a un horno hecho de hormigón. En un extremo estaba la puerta del ascensor y en el otro había lo que parecían cuatro tubos de misiles, y en el centro había un enano de muy mal humor.
-¿Estás bromeando conmigo?- Dijo, con el vientre hinchado, beligerante.
Los duendecillos Jumbo arrojaron a Opal al suelo gris. 
-Órdenes, amigo.- dijo uno -Ponla dentro del tubo.
El enano sacudió la cabeza obstinadamente. 
-No voy a poner a nadie en un tubo. Esos tubos se construyen para las barras.
-Yo creo- dijo el segundo duende, muy orgulloso de sí mismo por recordar la información que estaba a punto de decir- que uno de los emplazamientos de los reactores está agotándose, por lo que el tubo está vacío.
-Eso suena muy bien, Jumbo, excepto por el que hay al final.- dijo el enano, que se llamaba Kolin Ozkopy. -Pero aun así, tengo que saber cómo es que las consecuencias de no poner a una persona en un tubo son peores que las consecuencias de ponerla en uno.


Una frase de esta longitud le tomaría al duendecillo Jumbo varios minutos en digerir, por suerte, se salvó de la vergüenza de ser presionado para obtener una explicación cuando el teléfono de Kolin sonó.
-Sólo un segundo.- dijo, comprobando el identificador de llamadas.- Es el director.
Kolin contestó el teléfono con broche de oro.
-¿Aló? Ingeniero Ozkopy aquí.
Ozkopy escuchó durante un largo momento, intercalando tres uh-uhus y dos D’Arvit antes de guardar el teléfono.
-Wow-dijo, empujando el traje de radiación con la punta del pie. -Creo que es mejor que la pongan en el tubo.
JEFATURA DE POLICÍA, CIUDAD REFUGIO, LOS ELEMENTOS DEL SUBSUELO
Pip movió su teléfono a la cámara.
-¿Oyes algo? Porque yo no. Nadie está llamando a este número, y tengo cinco barras. Ciento por ciento de cobertura planetaria. ¡Demonios, una vez recibió una llamada en una nave espacial!
Holly tomó el micro sensor.
-Nos estamos moviendo tan rápido como nos es posible. Opal Koboi se encuentra en la bahía de la lanzadera en estos momentos. Sólo tenemos diez minutos.
Pip adoptó una voz cantarina.
-Nunca digas una mentira, sólo para ser captada. Nunca digas un cuento, no sea que vayas a la cárcel.
Potrillo se encontró tarareando. Era el tema de Pip y Kip. Holly lo fulminó con la mirada.
-Lo siento- murmuró.
Artemis se impacientó con las disputas infructuosas. 
-Esto es inútil y francamente vergonzoso. No tienen intención de liberar a Opal. Tenemos que evacuar ahora, al menos a las bahías de transporte. Están construidos para soportar las erupciones de magma.
Potrillo no estuvo de acuerdo. 
-Estamos seguros aquí. El verdadero peligro está en la Atlantis. Ahí es donde está la otra Opal. Tú dijiste, y estoy de acuerdo, que las explosiones graves, explosiones teóricas, sólo se producen en los seres vivos.
-Las explosiones teóricas son sólo teóricas hasta que se pruebe la teoría.- respondió Artemis. -Y con tantos…- Se detuvo a mitad de frase, lo que era muy extraño en él, ya que Artemis detestaba tanto la gramática pobre como malos modales. Su tono de piel pasó de pálido a porcelana, y golpeó su frente.- Estúpido. Estúpido. Potrillo, los dos somos imbéciles. No creo en el pensamiento lateral de la PES, pero viniendo de ti...
Holly reconoció ese tono. Lo había oído en anteriores aventuras, generalmente antes de que las cosas fueran catastróficamente mal.
-¿Qué es?- Preguntó ella, temerosa de la respuesta, que sin duda debía ser terrible.
-Sí.- estuvo de acuerdo Potrillo, que siempre tenía tiempo para sentirse insultado. -¿Por qué soy un imbécil?
Artemis señaló con el dedo índice en diagonal hacia abajo y al sudoeste en dirección aproximada por la que habían venido de la clínica J Argon.
-El stand de oxígeno ha podrido mis sentidos.- dijo.- El clon. Nopal. Ella es un ser vivo. Si explota, podría ser nuclear.
Potrillo accedió al archivo de la clon en el sitio Web de Argon, navegando a una velocidad tal que los datos del paciente se mostraban borrosos.
-No. Creo que debemos estar bien ahí. Opal está cosechado su propio ADN antes de la división de la línea de tiempo.
Artemis estaba enojada consigo mismo por olvidar momentáneamente a la clon.
-Estuvimos a minutos de meternos en una crisis antes de que la relevancia del clon se me ocurriera.- dijo. -Si Nopal se hubiera creado en una fecha posterior, mi pensamiento lento podría haber costado vidas.


-Todavía hay un montón de vidas en juego.- dijo Potrillo. -Tenemos que salvar a todos los que podamos.
El centauro se metió en una cubierta de plexiglás que había en la pared y presionó la parte de abajo del botón rojo. Instantáneamente, una serie de sirenas Evac comenzó a pitar en toda la ciudad. El extraño sonido se propagó como el lamento de madres recibiendo la peor noticia de sus pesadillas.
Potrillo se mordió una uña. 
-No hay tiempo para esperar a la aprobación del Consejo- dijo a Camorra Kelp. -La mayoría debe llegar a las bahías de transporte. Pero tenemos que tener listos los equipos de reanimación de emergencia.
Mayordomo estaba menos que encantado con la idea de perder a Artemis.
-La muerte de nadie es inminente.
Pero su principal preocupación no parecía demasiado consternado.
-Bueno, técnicamente, la muerte de todo el mundo es inminente.
-¡Cállate, Artemis!- Replicó Mayordomo, lo cual era una grave violación a su propia ética profesional. -Le prometí a tu madre que cuidaría de ti, y una vez me estás poniendo en una situación en la que mi fuerza física y mis habilidades no cuentan para nada.
-Eso es muy justo.- dijo Artemis. -Realmente pienso que puedo ser castigado por la última hazaña de Opal.-
La cara de Mayordomo aumentó unos tonos más rojos de los que Artemis recordaba haber visto.
 -Creo que se te puede culpar, y yo te culpo. Tenemos a penas en claro las consecuencias de tu última desventura, y aquí estamos hasta el cuello en otra.
Artemis parecía más sorprendido por ese arranque que por la situación de muerte inminente.
-Mayordomo, no tenía idea de que te estabas guardando esa frustración.
El guardaespaldas se frotó la cabeza rapada.
-Ni yo la tenía.- admitió. -Pero en los últimos años ha sido una cosa tras otra. Goblins, viajes en el tiempo, demonios. Ahora este lugar donde todo es tan... tan... pequeño.- Tomó un profundo y tembloroso suspiro. -Está bien. Lo dije, está afuera. Y estoy bien ahora. Así que vamos a seguir adelante, ¿de acuerdo? ¿Cuál es el plan?
-Mantener la evacuación.- dijo Artemis. -No más poder para los toma- rehenes idiotas, tienen sus instrucciones. Dejen caer las puertas blindadas, eso debería ayudar a absorber parte de las ondas de choque.
-Tenemos nuestras estrategias en el lugar, humano.- dijo Camorra Kelp. -Toda la población puede estar en sus puntos de reunión en cinco minutos.
Artemis caminaba, pensando.
 -Dile a tu gente para vuelque sus armas en las rampas de magma. Deja todo lo que pueda tener la tecnología Koboi atrás. Teléfonos, juegos, todo.
-Todo el armamento creado por Koboi ha sido retirado.- dijo Holly. -Pero algunos de los antiguos neutrinos podrían tener uno o dos chips.
Camorra Kelp tuvo la decencia de parecer culpable.
-Algunas de las armas Koboi han sido retiradas.- dijo. -Los recortes presupuestarios, ya sabes cómo es.


Pip interrumpió sus preparativos rapeando sobre la lente de la cámara.
-Hey, la gente PES. Me estoy haciendo viejo aquí. Alguien dice algo, cualquier cosa. Cuéntennos más mentiras, no nos importa.
Artemis frunció las cejas hasta que se juntaron. No apreciaba tal postura frívola ante el hecho de que muchas vidas estuvieran en juego. Señaló el micrófono.
-¿Puedo?
Camorra apenas levantó la vista de sus llamadas de emergencia e hizo un gesto vago que estaba abierto a la interpretación. Artemis decidió interpretarlo como una afirmación.
Se acercó a la pantalla. 
-Escúchame, ser inferior. Se trata de Artemis Fowl. Es posible que hayas oído hablar de mí. 
Pip sonrió, y su máscara se hizo eco de la expresión.
-Oooh, Artemis Fowl. El chico maravilla. Hemos oído que estás muy bien, ¿no es cierto, Kip?
Kip asintió, sacudiéndose.
-Artemis Fowl, el muchacho irlandés que persiguió a los duendes. Claro y ¡por Dios! Todo el mundo ha oído hablar de ese sabelotodo.
Estos dos son tontos, pensó Artemis. Son estúpidos y hablan demasiado, y deben ser capaces de explotar esas debilidades.
Intentó una treta.
-Pensé que te dije que leyeras tus demandas y no digas nada más.
El rostro de Pip era literalmente una máscara de confusión.
-¿Nos lo dijiste?
Artemis endureció la voz. 
-Mis instrucciones para ustedes, par de idiotas, eran: leer las demandas, esperar hasta que el tiempo se hubiera terminado, y luego disparar el duendecillo. No recuerdo haber dicho nada sobre el intercambio de insultos.
La máscara de Pip frunció el ceño. ¿Cómo podía Artemis Fowl conocer sus instrucciones?
-¿Tus instrucciones? No recibo órdenes de ti.
-¿En serio? Explícame entonces, cómo sé sus instrucciones al pie de la letra.
El software de la máscara de Pip no era capaz de hacer frente a su rápido cambio de expresión, y se congeló momentáneamente.
-Yo... ah... yo no...
-Y dime cómo sabía la frecuencia exacta para aprovechar.
-¿No estás en la Jefatura de Policía?
-Por supuesto que no, idiota. Estoy en el punto de encuentro esperando Opal.
Artemis sintió que se le aceleraba el corazón, y esperó un segundo para que su mente consciente se pusiera al día con su subconsciente y decirle lo que reconocía en la pantalla.
Algo en el fondo. Algo familiar.
La pared detrás de Pip y Kip era gris anodino, hecha con un acabado de yeso áspero. Un acabado común para las paredes de granja en todo el mundo. Había paredes como esa por toda la Finca Fowl.
¡Ba boom!
Solo fue su corazón otra vez.
Artemis se concentró en la pared. Una pizarra completamente de color gris, excepto por una red de grietas irregulares que dividía la yesería.
A su memoria llegó el Artemis de seis años paseando con su padre por la finca. Al pasar junto a la pared del granero en el pasto alto, el joven Artemis señaló la pared y comentado:


-¿Lo ves, padre? Las fisuras forman el mapa de Croacia, una parte de los imperios Romano, Otomano y los Habsburgo Austriacos. ¿Sabía usted que Croacia declaró su independencia de Yugoslavia en 1991?


Allí estaba. En la pared detrás de Pip y Kip. El mapa de Croacia, aunque el Artemis de quince años viera que la Costa Dálmata se había truncado.
Ellos están en la Finca Fowl, se dio cuenta. ¿Por qué?
Algo de lo que había dicho el doctor Argon, resurgió:
Los residuos mágicos están fuera de escala. Algo sucedió en la finca Fowl una vez. Algo enorme, mágicamente hablando.”
Artemis decidió actuar según su instinto. 
-Estoy en la Finca Fowl, esperando Opal.- dijo.
-¿Estás en la mansión Fowl también?- Espetó Kip, lo que llevó a que Pip a girar rápido y disparar a su compañero en el corazón. 
El gnomo fue golpeado hacia atrás contra la pared, sacando nubes de polvo del yeso. Un pequeño arroyo de sangre que manaba del agujero en el pecho, latiendo suavemente la coraza, tan poco dramático como el goteo de pintura corriendo de su frasco. Su cara del dibujo animad de gatito parecía cómicamente sorprendido, y cuando el calor de su rostro se desvaneció, los píxeles se apagaron, dejando un signo de interrogación amarillo.
La repentina muerte conmocionó a Artemis, pero la frase anterior le había impresionado más.
Él había estado en lo cierto en ambos aspectos: no sólo era Opal la que estaba detrás de esto, sino también en que el punto de encuentro era la Mansión Fowl.
¿Por qué? ¿Qué había ocurrido allí?
Pip le gritó a la pantalla.
-¿Ves lo que has hecho, humano? Si no eres un robot. Si eres Artemis Fowl. No importa lo que sabes, ya es demasiado tarde.
Pip apretó el cañón todavía humeante en la cabeza de Opal, y ella se apartó cuando el metal le quemó la piel, abogando un grito por la cinta adhesiva sobre su boca. Estaba claro que Pip quería apretar el gatillo, pero no podía.
Él tiene instrucciones, pensó Artemis. Debe esperar hasta que el tiempo asignado se haya agotado. De lo contrario, no puede estar seguro de que Opal esté a salvoen el reactor nuclear.
Artemis desactivó el micrófono y se dirigía hacia la puerta cuando Holly le cogió del brazo.
-No hay tiempo.- dijo, adivinando que se dirigía a su casa.


-Debo tratar de salvar a mi familia de la próxima etapa del plan de Opal.- dijo Artemis lacónicamente. -Hay cinco minutos para el final. Si puedo llegar a una salida de magma, podríamos ser capaces de correr más rápido que las explosiones en la superficie.
El comandante Kelp sopesó rápidamente sus opciones. Podía pedir a Artemis permanecer en la clandestinidad, pero sin duda sería estratégicamente ventajoso el tener a alguien siguiéndole la pista a Opal Koboi, si de alguna manera escapase de Atlantis.
-Ve.- dijo. –La capitana Canija los llevará a ti y a Mayordomo a la superficie. Mantente en contacto si…
No terminó la frase, pero todos en la sala podían adivinar lo que había estado a punto de decir.
Mantente en contacto si... queda cualquier cosa para contactar.

2 comentarios:

  1. Wohaaaaa!! Espero que les guste, en serio! *-* Y lo revisaste?! Está bien?! OMG! Estoy nerviosa y no sé por qué hahahaha! Besooooos :*

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  2. WoW, no lei todo, porque ya lei varias veces esta parte, pero las partes que vi estaban muy bien traducidas :)

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