Aviso: las palabras en cursiva son aclaraciones que he añadido yo de mi cosecha para que se entienda la traducción. Y todas las opiniones que se dan son de la autora, yo sólo me he dedicado a traducirlas.
1. Evita el uso excesivo de las alternativas a 'dijo' (exclamó, observó, gritó, murmuró). Reduce el uso de 'dijo' cuando sea posible, mediante el empleo de otros métodos que den a entender quién está hablando.
2. Evita los guiones, puntos suspensivos, guiones largos y signos de exclamación.
3. Evita el uso excesivo de cualquier cosa, ( no es que no puedas usar unas palabras, sino que no hay que abusar de ellas). Esto incluye el uso excesivo de las siguientes palabras: eso, había sido, había, parecía, por un momento, de repente, solamente, justamente, o cualquiera que sea tu 'muletilla'.
4. Evita el 'comenzó a' o 'empezó a' a menos que el personaje no consiga pasar de eso (por ejemplo porque se cayó). ¿Si él comenzó a correr por qué no sólo dices que corrió?
5. Evita que los personajes digan algo 'a él' /'a ella' a menos que sea estrictamente necesario aclarar que se dirige a ese único individuo. Si ya es obvio, porque por ejemplo no hay otra persona alrededor, entonces elimínalo.
6. Elimina 'se sintió' donde sea posible. Muy cargado: Ella se sintió cansada. Es mucho mejor: Ella estaba cansada. Pero lo preferible sería algo así: No pudo ahogar un bostezo, se apoyó contra la pared y descansó.
7. Elimina 'pudo' cuando vaya con otro verbo como 'pudo oír' o 'pudo ver'. Es mejor escribir 'oyó' o 'vio'. Pero lo preferible es omitir estos y simplemente describirlo. En vez de 'Ella pudo oír cómo el tren llegaba', usa 'El pitido del tren señaló su llegada'.
8. Lee tu trabajo en voz alta en busca de ritmos inadvertidos o patrones. Estos últimos suelen ocurrir cuando un escritor coge el hábito de empezar las frases de la misma manera. (Nos hablan de empezar con verbos en ing, pero esto supongo que puede valer también para cuando empezamos una y otra vez con 'el chico hizo tal cosa', 'el chico no sé qué'. )
9. Intenta reemplazar 'era' y 'estaba' por verbos más activos. (El ejemplo es intraducible).
10. Intercambia verbos débiles por otros con más fuerza. Por ejemplo, 'Él la miró'. El verbo 'mirar' no define demasiado. ¿Él la observó, la estudió, mantuvo la mirada fija en ella, le frunció el ceño, le miró boquiabierto...? Cualquiera de esas opciones pueden hacer que el lector se haga una mayor idea. (En inglés hay verbos para un montón de expresiones compuestas nuestras, cachis).
11. Hay una controversia constante con el número de adverbios que son aceptables en la escritura de hoy día, y varían desde su no uso hasta su uso libre. Yo estoy en el medio. A veces un adverbio es la mejor palabra para una frase, pero también puedes ser fáciles muletillas para las descripciones. Si puedes mostrar la acción, entonces eso es mejor que simplemente insertar el adverbio.
12. Este es un buen lugar para el 'mostrar versus contar'. Contarle a una audiencia es escritura perezosa, y mantiene al lector a una distancia de la historia. Pero al mostrárselo se requiere que el lector interprete la historia y lo lleva hasta el corazón de la acción, los hace sentir dentro de la historia.
A los lectores les encanta descubrir sutilezas y complejidades en una historia, pero un escritor les roba todo esto si se lo dice todo.
13. Una descripción en la que se cuenta podría ser el escritor diciéndole a sus lectores: 'Jane era una buena persona'. Pero si se lo muestras es mucho más rico, como enseñando a Jane ayudando a los demás, dándole dinero a los pobres, o participando en cualquier actividad que se defina como buena.
14. Una frase que cuenta: Jane se estaba enfadando.
15. Una frase que muestra: Los músculos de Jane se tensaron.
16. Repasa las frase largas para encontrar variaciones (Cuando a veces empezamos hablando de algo y nos pasamos a otra cosa sin terminar la primera). De nuevo leer en voz alta nos ayudará a encontrar estos fallos.
17. Conoce la diferencia entre los detalles útiles y los que distraen. Es demasiado detallado escribir, por ejemplo, 'Se puso de pie, se alisó el traje, aclaró su garganta, sonrió ligeramente y avanzó hacia delante, comenzando con el pie derecho'. Elige los detalles que realmente importen y deja los demás fuera.
18. Cuando escribas en primera persona, intenta evitar los 'Yo' cuando sea posible. Esto a menudo puede solucionarse reconstruyendo la frase. Por ejemplo, 'Yo la vi correr', puede convertirse en 'Ella corrió'.
19. Como ahora estamos hablando de los puntos de vista, mantén el control del punto de vista que hayas escogido. El 'ping-pong del punto de vista' donde un autor salta de la cabeza de un personaje a otra donde es conveniente para la escritura, puede volver loco al lector. Es muy cierto que algunos escritores hacen que funcione, pero todos los principiantes deberían elegir un punto de vista y aferrarse a él.
20. Los personajes pobremente definidos pueden matar una buena historia. El protagonista tiene que tener definido A) sus metas y ambiciones, B) sus puntos fuertes, C) sus debilidades. Un personaje perfecto es aburrido. Puedes crear una tabla para ayudar a desarrollar los personajes.
21. Elimina los clichés. La guía general es que si lo has visto o lo has leído en algún sitio con anterioridad, pues no lo uses. Hay una gran página http://cliche.theinfo.org/ donde puedes poner tu idea y te identificará los clichés por ti. (Tienes que hacerlo en inglés, claro).
22. Elimina la redundancia. Es un insulto para tu lector repetir lo mismo una y otra vez. A menos que sea necesario reforzar un hecho, o encuentres una manera distinta de expresarlo.
23. Falso diálogo. Leer en voz alta nos puede servir pare encontrar estos. Muchas veces escribimos cosas que nadie, ni siquiera el personaje, podría decir realmente.
24. Información descargada. Esto sucede cuando el lector necesita saber mucha información de inmediato, así que el autor empuja una 'pausa' y expulsa toda esa información (?). Los lectores lo odian.
25. Ten cuidado también con la back story (¿historia de fondo?) (back story, cuando un personaje se para a contar su vida. No sabía cómo traducirlo). Si tienes que utilizarla, ponla tan tarde en la historia como puedas, de forma que el lector haya tenido tiempo suficiente para preocuparse por el personaje y le interese conocer su historia de fondo.
26. No pongas a tus personajes en situaciones donde no puedan cumplir lógicamente con lo que les estás pidiendo que hagan. A pesar de que no siempre vayas a mostrarlo, los personajes tienen que comer, dormir, e ir al baño. A menos que sean superhéroes, no van a poder cumplir con hazañas sobrehumanas. Están sujetos a su entorno.
27. Evite las intrusiones del autor. Ocasionalmente leo libros en los que aparentemente el autor tiene un interés personal. Así que el autor hace que su personaje dé una declaración política o religiosa fuera del contexto de la trama, por ejemplo. Los lectores normalmente resienten estos, incluso si están de acuerdo con el autor.
28. Evite demasiadas coincidencias afortunadas. Uno de mis libros favoritos fue Corazón de Tinta, porque parecía que cada vez que los personajes se metían en problemas, necesitaban sólo esta cosa para que las cosas se solucionasen y todo fuese bien. Sólo que no funcionaba y todo se volvía incluso peor. Me encantó que no tuviesen suerte y no hubiera esos momentos de 'Oh, ¡qué coincidencia! ¡La única cosa que necesitaba que sucediese, sucedió!'
29. Personajes ajenos a su configuración. El personaje debe actuar dentro del lugar que has definido para él. No es suficiente con describirlo al principio y luego dejar que el personaje haga lo que quiera sin conexión con su entorno.
30. Recuerda que si los villanos fuesen los que estuviesen escribiendo la historia, se considerarían a sí mismos los héroes. Tu villano debe estar tan fuertemente motivado como tu héroe. Un gran antagonista será más fuerte que el héroe, y debe estar en disposición de ganar
31. Hablando de villanos, hacer que estén locos no es un motivo. Esa es una manera de escabullirse de darles una razón lo suficientemente fuerte como para actuar.
32. Revisa. Y revisa, y revisa, y revisa. Aprende a amar las revisiones, porque en estas son donde los buenos escritores se convierten en grandes.
¡Me despido, escritores!
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